Battle Angel, más de lo mismo, pero...

En un mundo postapocalíptico, el doctor Dyson Ido (Christoph Waltz), se encuentra recolectando artículos desechados tras La Caída, última batalla en el planeta Tierra. Entre los escombros rescata el torso de lo que sería el Cyborg de combate mejor diseñado, hasta el momento. Pensando en su hija muerta, Ido le confiere un cuerpo completo que la haga parecer una bella joven, capaz de saciar sus sentimientos de padre, pero conforme pasa el tiempo y la confrontación con el mundo actual, Alita (Rosa Salazar) empieza a recordar su pasado, sin tomar en cuenta que corre un grave peligro, ya que existe un poder superior que la desea muerta.

La película es dirigida por Robert Rodríguez (Sin City, Mini Espías, Del Crepúsculo al Amanecer) quien se apoya en el anime

del mismo nombre para adentrarse al mundo de los superhéroes, y asentarse en el género de acción combinado con la ciencia ficción.

Con un guión de James Cameron y Laeta Kalogridis, la cinta goza de un buen ritmo, resaltando aspectos muy humanos como son la paternidad y la adolescencia, sin que por ello el filme se convierta en algo cursi, al contrario, le brindan naturalidad y frescura a una idea muy trastocada como viene siendo el mundo de los superhéroes.

Battle Angel no representa algo innovador en cuanto al género, sobre todo porque se enfoca en filmes como Rollerball, RoboCop y Terminator, referencias que le brindan una acción preconcebida, pero con la suficiente emotividad que hacen de Alita una cinta muy entretenida.

Lamentablemente, a pesar de estos atributos, la película no despierta mayor interés, por lo que la intencionalidad de los productores y del mismo director de continuar con la historia en secuelas posteriores, podría pasar desapercibida, ya que no existe un motivo contundente para que el público Cinéfilo desee dar seguimiento a la historia. Pero, en fin, el tiempo lo dirá. Por lo que pueden asistir a las salas si es que desean matar el tiempo, pero no esperen algo más.