El Vicepresidente: Más allá del poder

Durante el mandato del presidente norteamericano George Walker Bush, la toma de las más importantes decisiones gubernamentales no provinieron del primer mandatario, sino de su vicepresidente, Dick Cheney (Christian Bale), un político que fue creciendo de acuerdo a sus relaciones con otros funcionarios de alto rango y a su poderosa cualidad de prudencia y saber escuchar.

La cinta se centra en el ascenso de uno de los personajes políticos más controvertidos de la historia de los Estados Unidos; su talento para llegar al poder y su vida personal, enmarcada en una salud física con altas y bajas, así como la marcada influencia de su esposa Lynne (Amy Adams), quien es presentada como una parte primordial en la vida de Cheney.

La película es relatada de una manera ágil e inteligente, con muy marcados momentos de humor negro. Adam McKay, director y guionista, muy conocido por tocar temas de gran controversia en la Unión Americana, nuevamente nos somete a una reflexión sobre la toma de decisiones durante el atentado del 11 septiembre a las Torres Gemelas y la Guerra al terrorismo, lo que desembocó en la caída de Sadam Hussein y la muerte de Osama Bin Laden.

La actuación de Christian Bale es estupenda, no sólo por su cambio físico, sino por su empoderamiento del personaje, haciendo una personificación tan perfecta, que nos hace olvidarnos, por completo, que es un actor quien está detrás de todo esto. Lo mismo ocurre con Amy Adams, quien demuestra, nuevamente, que es una de las actrices norteamericanas más importantes del momento, capaz de desempeñar cualquier tipo de papel, tan solo falta que el Oscar toque sus manos.

Para quienes no les guste la política, sería oportuno comentarles que requerirán una buena dosis de historia de los Estados Unidos para comprender varios momentos que confluyen en la cinta, de lo contrario, tal vez experimenten un estado de somnolencia. Para el púbico Cinéfilo, no se la pueden perder.