Destrucción, otra faceta de Kidman
- cinefilosrincon
- 3 ene 2019
- 2 Min. de lectura

Eric Bell (Nicole Kidman), una joven promesa del FBI, es infiltrada en una banda delincuencial que opera en el desierto de California, pero la operación fracasa, dejando seriamente dañada a Bell, quien años después busca reencontrarse con su pasado sin tomar en cuenta los riesgos; lo único que pretende es car con quien considera es la causa de todos sus males.
Karyn Kusama es una directora que se mantiene alejada de los convencionalismos femeninos; en otras palabras, se despoja de los sentimientos y posesiona a la mujer a la altura de cualquier estereotipo masculino, además de que sabe diferenciar entre el trabajo para televisión y cine; les otorga su justa diferencia.
Con Destroyer, Kusama contribuye al crecimiento de Nicole Kidman como actriz, quien, durante los últimos años la hemos visto en cintas que, en verdad, valen mucho la pena, con papeles que involucran un gran desempeño histriónico, en los que se ha apartado de su belleza física, dejando completamente de lado a la Kidman de sus inicios; pretenciosa y con ganas de comerse al mundo a costa de lo que fuera.
Por otro lado, los argumentos policíacos se caracterizan por la acción trepidante o por el suspenso cautivador. Aquí no existe ni uno, ni otro. La historia es un completo flashback muy lineal, pero que nos intriga para conocer cuales fueron aquellas circunstancias que llevaron a la protagonista a vivir una vida como la que está viviendo. Ya metidos en eso, pues que pasó entonces.
Tal vez muchos esperaban algo más crudo y violento, pero creemos que la película no está mal, porque al final podemos atar todos los cabos sueltos y con ellos poder comprender que es lo que nos quería dar a entender la directora. Repetimos, el filme no cuenta con toda aquella emotividad que desearíamos, pero cumple con las expectativas de un público que desea toparse con algo diferente cada fin de semana.
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