Espíritu del Mal, una idea original

Leah (Nicole Muñoz) es una adolescente huérfana de padre, quien, junto con su madre, está sobreponiéndose a su pérdida, pero de una manera más rápida, ya que ella, junto con sus amigos, tienen predilección por la ciencia oscura y todo tipo de literatura que hable al respecto. Por otro lado, su madre le hace ver a Leah sus intenciones de mudarse de casa para superar con mayor rapidez la tragedia, lo que predispone a la joven a actuar en su contra, por lo que le lleva a concebir un ritual que acabe con la vida de su progenitora a fin de ser completamente libre y continuar con su vida. Todo empieza a complicarse cuando dicho ritual empieza a actuar en su contra y el ser al cual invoca toma las riendas de su vida, desatando un cruel final para ambas.

Película canadiense a cargo de Adam McDonald, en la que involucra a pocos personajes para recrear una historia de terror que bien puede ser el estreno del mes, sobre todo porque está dirigido a jóvenes, quienes buscan argumentos diferentes en cuanto al género se refiere.

La cinta se sustenta en un historia simple y progresiva, la cual, por momentos,

podría caer en lo sórdido, pero es que la idea así lo requiere, ya que el final vale la hora y media de duración, tiempo suficiente para comprender el eslogan del filme: No creas en todo lo que ves.

Bien vale la pena que se den una vuelta por alguna sala donde se este exhibiendo y no se dejen engañar por el sobrenombre que le otorgó la compañía distribuidora, ya que el título no tiene nada que ver con la idea original, fenómeno que viene ocurriendo con otros filmes que corren con la misma suerte; son muy buenos, pero la promoción no les beneficia en nada.