No te preocupes, no irá lejos

Un fatal accidente de automovilístico, a consecuencia del alcoholismo, deja a John Callahan (Joaquin Phoenix) en estado parapléjico, obligándolo a permanecer, por el resto de su vida, en una silla de ruedas.

A medida que avanza su enfermedad, John no deja de renegar su suerte y maldecir a su familia por el abandono en que se encuentra, para, finalmente, aceptar que requiere de ayuda para controlar su adicción al alcohol. Es en esta etapa de su vida que descubre su talento para el dibujo humorístico y de crítica sobre temas controversiales y la discapacidad, valiéndole un reconocimiento y una nueva forma de vida.

La cinta biográfica del caricaturista norteamericano John Callahan, es dirigida por Gus Van Sant, quien hace un estupendo trabajo cinematográfico al hilar los instantes más determinantes de la vida del dibujante; desde su etapa de alcoholismo con integridad física, hasta los momentos en que la enfermedad prevalece cuando se encuentra en silla de ruedas.

Para romper con la seriedad del filme, Van Sant recurre al trabajo animado de Callahan, quien se distinguió por tener un sentido universal del humor negro y la crítica, lo que lleva al espectador a inclinarse más por su obra que por su discapacidad.

A diferencia de otras películas que abordan el tema del alcoholismo, Van Sant lo lleva a cabo de una forma más gentil, pero manteniendo el melodrama, con los personajes más representativos de la vida de Callahan, como lo fueron su novia Annu (Rooney Mara), Donnie (Jonah Hill), su guía en el grupo de ayuda y Dexter (Jack Black), su compañero en la enfermedad que provocó el accidente automovilístico.

Sin duda, uno de las mejores alternativas para hablar sobre la enfermedad del alcoholismo y la superación personal, a través de la vida de un gran ser humano.