La Casa con un Reloj en sus Paredes

Al quedar huerfano, Lewis Barnavelt (Owen Vaccaro) se ve obligado a mudarse con su tío Jonathan Barnavelt (Jack Black), a una casa muy peculiar, donde reinan la magia y la hechicería; un mundo oculto con un gran secreto, resguardado por un reloj mágico que tiene el poder para acabar con el mundo entero.

La cinta se desinfla muy rápidamente, a pesar del humor de Jack Black y el camaleónico trabajo de Cate Blanchett. Es muy notorio que el terror infantil ya no funciona entre los pequeños de nuestro tiempo, por el contrario, resulta obsoleto y aburrido, quedando en un infructuoso intento de fantasía moderna.

Cuando la magia y la sana locura llegó a la televisión con The Addams Family (Los Locos Addams), a mediados de los años 60, chicos y grandes comenzamos a disfrutar de la fantasía y la imaginación, otorgando credulidad a las cosas que acontecían entre un grupo de personajes de suma peculiaridad.

Ahora, con La Casa con un Reloj en sus Paredes, la sorpresa no es más que algo trillado, con una dosis de creatividad que a nadie sorprende, a excepción de los efectos especiales, la fotografía y la banda sonora.

Si todavía no te sientes satisfecho con las sagas de Harry Potter y Animales Fantásticos, puedes entrar a ver la película, aunque no te garantizamos que la cinta tenga el mismo nivel de las primeras, pero el intento se hace. Haber, que te parece.