Halloween

Cuarenta años después de la sangrienta noche de Halloween en el pueblo de Haddonfield, Illinois, una pareja de periodistas retoma la historia del asesino serial Michael Myers, tras la noticia de su traslado a otro hospital psiquiátrico. Para ello, recurren a Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), única sobreviviente de aquella masacre de 1978, quien declara haber mantenido la certeza de que Myers regresaría, por lo que todo este tiempo se preparó para proteger a su familia y acabar de una vez por todas con el Bogeyman.

Aunque después de la primera película, la franquicia de Halloween se mantuvo en un sendero de entregas que no aportaron nada, ni al género y menos aún al Michael Myers concebido por John Carpenter y Debrah Hill, finalmente el director David Gordon Green se arriesgó a hacer borrón y cuenta nueva de las secuelas, y nos ofrece un acertado regreso de uno de los monstruos más importantes del terror en la historia del cine.

Así pues, Gordon Green en colaboración con John Carpenter, se dieron a la tarea de cercenar el pesado lastre que acumuló la entrega original de 1978, y retomar la historia a partir del minuto 93, cuando el Dr. Sam Loomis hace regresar al sanatorio a Michael, momento donde el argumento vuelve a tener esperanza de renacer una nueva saga. Decisión que, dicho sea de paso, también pretende tomar James Cameron con Terminator y Alien.

Cabe destacar la notable actuación de Jamie Lee Curtis, cuyo personaje de Laurie envejeció muy bien en sus manos, otorgándole una firmeza que sirve de excelente contrapeso con el brutal psicópata, y nos muestra la interesante perspectiva del monstruo que ha sido creado por otro monstruo.

Con un terror constante, legendarias referencias musicales y a las escenas de la película original, Halloween nos mantiene a la expectativa. Más ágil, visualmente más explícitas e, inclusive, con un humor ocasional impecable. Por mucho, una de las mejores entregas de terror de este año. ¡No se la pueden perder!