La Buena Esposa, la incomparable Close
- cinefilosrincon
- 23 ago 2018
- 2 Min. de lectura

Durante gran parte de su vida Joan Castleman (Glenn Close) ha permanecido como una mujer y esposa entregada a la carrera de su esposo, el escritor Joseph Castleman (Jonathan Price). Ahora que él está por recibir el Premio Nobel de Literatura, la situación familiar y social de Joan cobrará un giro que podría hacerla pensar en los sueños que nunca realizó y que fueron olvidados, todo por el amor a su esposo.
Durante mucho tiempo no habíamos disfrutado de la entre
ga y pasión de una actriz de este tamaño, a quien los mismos directores y actores le rinden un especial tributo. Glenn Close es de esas mujeres que consigue amedrentarnos y cautivarnos con cada una de sus actuaciones, por lo cual creemos que esta es su gran oportunidad para contender por el Oscar.
No hay nada peor que un talento reprimido. Björn Runge dirige el mejor de sus trabajos, y logra el resurgimiento de una inagotable polémica sobre la posición que guarda la mujer en la sociedad y el distanciamiento de sus habilidades.
La trama y los personajes se encuentran sumergidos en una olla de presión, donde las intrigas y los punzantes comentarios, terminan por despertar a un volcán que está a punto de hacer erupción, algo que nos plantea Runge con suma facilidad y talento.
Los flashbacks funcionan como aquellas pruebas irrefutables en un juicio que, poco a poco, van inclinando la balanza para llegar a un inminente veredicto. Mucho mejor que lo hecho por Tim Burton en 2014 con Big Eyes (Ojos Grandes), donde la creatividad de una mujer es hurtada por su esposo para crear fortuna y fama, pero que más bien parece una anécdota. Lástima de actores.
La historia de ninguna manera debería ser tomada a la ligera, ya que en todo el mundo sigue existiendo la división de papeles, tanto de hombre como de la mujer. Al hombre se le otorgo el rol de abastecedor del hogar y el único capaz de tener talento y toma de decisión, mientras que a la mujer se le ha mantenido como la cuidadora del hogar y la formación de los hijos, pero nunca se le ha permitido, del todo, renunciar a esta función dentro de la sociedad.
La cinta es de lo mejor para esta semana, plagada de malos estrenos.
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