María Magdalena, la otra historia
- cinefilosrincon
- 17 mar 2018
- 2 Min. de lectura

María de Magdala (Rooney Mara), una joven formada dentro de una familia tradicional, donde la mujer debe guardar obediencia a sus padres, hermanos y, en consecuencia, esposo, se encuentra en la disyuntiva de cumplir con su naturaleza femenina o romper, por completo, con ese círculo social, apoyándose en sus anhelos personales y en su espíritu libre.
Al conocer al hijo del hombre, a quien llaman “El curandero”, María converge con ella misma y con nuevos motivos para alcanzar la plenitud existencial que tanto ambiciona, por lo que decide unirse a Jesús y a su grupo de apóstoles, en los que encontrará el verdadero significado de la fe, con la suficiente convicción para comprender la filosofía del nazareno cuando habla del reino de Dios.
Con una toma espectacular de María flotando en el fondo marino, el director Garth Davis, comienza a brindarnos la esencia real de un personaje bíblico que, durante años, fue víctima de calumnias por parte de la iglesia, a la que describió como una mujer sumida en el pecado, y quien sólo alcanzó la redención cuando conoció al Mesías.
Hasta nuestros días, esa creencia fue llevada al cine por grandes realizadores que, de alguna forma, trataron de emancipar al personaje de la continua vejación religiosa, sustentada, indiscutíblemente, en la discriminación de género, algo que acontece en pleno siglo XXI. Hasta donde tenemos conocimiento, esta es la primera película que habla de lo que debió ser, en realidad, la figura de María Magdalena, apegándose a la posible interpretación que pudo haber tenido como apóstol al lado de Jesús.
Davis nos presenta un trabajo sin demasiadas pretensiones, delineando a los personajes principales de una manera muy sutil, sin alardes de personalidad, confiando en el criterio del público para comprender la intencionalidad del argumento.
Tomando en cuenta que otros filmes se han enfocado en aspectos fundamentales de la pasión de Cristo, el director tan sólo retoma aquellos que le sirven para describir a un Jesús (Joaquin Phoenix) menos pretencioso y más directo, complementándolo con las cualidades suficientes que contribuyan a sostener el personaje.
Un aspecto que es necesario resaltar, es la concepción que nos deja Davis con respecto a la condición de la mujer como dadora de vida, capaz de afrontar las mayores penas generadas por la partida de un ser querido.
Seguramente el filme se encontrará con opiniones encontradas, pero creemos que cumple cabalmente con su finalidad, lo que evitará herir susceptibilidades.
Comments