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El hilo fantasma, hilvanando el amor

  • cinefilosrincon
  • 16 feb 2018
  • 3 Min. de lectura



Un ensimismado diseñador de alta costura, Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis), despliega todo su potencial entre las damas de la alta sociedad londinense de los años 50. Para él, el amor simple y sencillamente es un complemento de la vida, más no una necesidad. Hasta que conoce a Alma Elson (Vicky Krieps), una camarera de su pueblo natal que al principio le servirá de inspiración, pero con el paso del tiempo, él irá encontrando en ella a una musa, una amante, una cómplice y, finalmente, su verdadera felicidad.


Paul Thomas Anderson nos entrega una cinta de época que cautiva desde el primer momento, cuando vemos a un Reynolds Woodcock, meticuloso y cauto en el arreglo de su persona; un apropiado referente del gran artista que es.


Los movimientos de cámara y las tomas en plano detalle, poco a poco van describiendo al artista, quien se desenvuelve con toda naturalidad y seguridad, a medida que va creando cada uno de sus modelos. Es así que tenemos una cinta cautivadora y plagada de elegancia, sin llegar a lo soporífero que en otros filmes se presenta.


Para un actor de la talla de Day-Lewis, los diálogos sólo son un complemento de su caracterización, pero no menos importantes. Estamos ante la mejor actuación de su carrera, por lo que podemos llegar a pensar que el trabajo de Gary Oldman en Las horas más oscuras, personificando a Winston Churchill, podría estar en riesgo.


Por su parte, la actriz Lesley Manville encarna a una Cyril Woodcock más directa y entregada a la forma de ser y trabajar del diseñador; es más cómplice que hermana. Paul Thomas Anderson ubicó a un personaje sobrio, con temperamento y mucha paciencia, capaz de sobrellevar los embates del artista y del hombre en sí, sin llegar a caer en la sumisión o en la soledad. Manville está nominada a Mejor Actriz de Reparto.


El trío lo completa Alma, una mujer de la que no se esperaría demasiado, pero quien termina siendo el ariete y el hilo que une a ambas vidas. Partiendo de la primicia de que una madre tiene una carga muy importante en la formación de los seres humanos, Anderson se concentra en las cualidades de Alma, dotándola de una perspicacia y determinación, muy similares a las de Emma Clandon, madre de Reynolds y Cyril, pero con un poco más de malicia, lo que le servirá para doblegar al artista.


Completada la tercia, el tema recurrente del amor podría ser el último resquicio por los que la película se iría de las manos de Anderson, pero no es así. El director termina por confeccionar a los personajes de Reynolds y Alma, uniéndolos para siempre a través del significado que tuvo la presencia materna en sus respectivas vidas, y lo hace de una manera casi masoquista: Castigo y sometimiento. El poema del dramaturgo uruguayo Mario Benedetti, Táctica y estrategia, no podría describir mejor este aspecto.


Otro punto muy importante que debemos resaltar es la filmación, la cual se llevó a cabo, casi en su totalidad, en interiores, lo que nos habla de la confianza que depositó Anderson en su historia y el manejo de sus actores. Son 136 minutos que se pasan rápidamente.


Con El hilo fantasma, se cierra, para los que conformamos El Rincón del Cinéfilo, el grupo de las cuatro películas con más posibilidades a llevarse la estatuilla dorada a Mejor Película, las otras tres producciones son: Tres anuncios por un crimen, de Martin McDonagh, The Post: Los oscuros secretos del pentágono, de Steven Spielberg y La forma del agua, de Guillermo del Toro.


 
 
 

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