El sacrificio de un ciervo sagrado
- cinefilosrincon
- 8 feb 2018
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Steven Murphy (Collin Farrell), un reconocido cirujano y su esposa Anna (Nicole Kidman), llevan una vida estable y, aparentemente, en armonía, hasta que Steven decide dar cobijo emocional a un adolescente huerfano de padre, lo que generará graves cambios en la salud de su familia, por lo que ahora tendrá que recurrir al último recurso que le queda: el sacrificio.
El director y guionista griego, Yorgos Lanthimos, alejado de su estilo, nos presenta un thriller psicológico apegado a la tragedia griega.
Aunque al principio podríamos suponer que el realizador se enfocará a la superficialidad de una familia con excelente posición económica, progresivamente, la cinta va entrando a un mundo amenazador y complejo, consiguiendo que el espectador se vaya adentrando a una trama aún más desquiciante, tan parecida a la que manejó Stanley Kubrick en The Shining (El Resplandor).
Por su parte, Barry Keoghan, en su rol de Martin, consigue una caracterización angustiosa, acorde con las intenciones del Lanthimos: dejar que los personajes de la película entren en una catarsis sin salida, haciendo que existan más preguntas que respuestas.
En palabras del mismo realizador, “un filme no siempre debe ser complaciente con el espectador y, por lo mismo, no debemos estar obligados a brindarle las herramientas para dilucidar la intencionalidad del mismo.” “Las personas suelen hacer sacrificios para encontrar su propio equilibrio.”
La cinta ganó el reconocimiento a Mejor Guión Original en el pasado Festival de Cannes. Vale mucho la pena poder ver otra faceta de Yorgos.
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