Tres anuncios por un crimen, el dolor te da ciertos privilegios

Mildred Hayes (Frances McDormand) es una mujer trabajadora del pueblo de Ebbing, Mossouri, que tiene que recurrir a tres anuncios instalados a la entrada del condado, para denotar la incompetencia de las autoridades, y en especial del jefe de la policía, WilliamWilloughby (Woody Harrelson), en las indagatorias para localizar a los violadores y asesinos de su hija.

El humor negro que maneja la cinta, nos hace recordar a los magníficos hermanos Cohen, para los que está familiarizada la actriz Frances McDormand. De entrada, podríamos pensar que se trata de un thriller policíaco, pero conforme va transcurriendo la trama, la seriedad del caso tiene arranques de hilaridad que nos hacen trastabillar sobre nuestra opinión, pero de una u otra forma nos mantiene dentro de la brutalidad que conlleva la perdida de un ser querido.

McDonagh, además de dirigir la cinta, escribe el guión, en el que postula a la gente del condado como posibles cómplices del crimen, ya sea encubriendo u omitiendo información que pudiera dar con el paradero de los asesinos. No existe personaje que no tenga culpa alguna.

La cuestión de abordar un hecho de tal magnitud, es que se adecua a cualquier comunidad del mundo, donde la impericia, la burocracia o la corrupción, suelen ser una doliente forma de vida, dejando a la esperanza de justicia como el único consuelo para el público Cinéfilo, aunque esto nunca se cumpla.

La elección del elenco es una muy buena estrategia para que el filme cumpla su cometido, proyectando a Frances McDormand como lo maravillosa actriz que es, sobre todo porque está muy apegada a este tipo de roles. En lo que respecta a Woody Harrelson, sabemos que el papel del máximo representante de la justicia deslenguado, no pudo quedar en mejores manos.