Victoria y Abdul, un muy buen respiro a la cartelera

Basada en una historia real y agregada, nos narra la relación de amistad entre la Reina Victoria del Reino Unido y Emperatriz de la India (Judi Dench) y el musulmán Abdul Karim (Ali Fazal), quien arriba a Inglaterra para entregar a la soberana una moneda a manera de reconocimiento del pueblo hindú. La lealtad de ambos generará la desconfianza y envidia entre los miembros y servidores del palacio.

En la cinta, que es una adaptación del libro Victoria y Abdul de Shrabani Basu, el realizador Stephen Frears nuevamente nos vuelve a mostrar su marcado apego a los argumentos de época, lo que ya se había constatado en la cinta Dangerous Liaisons, de 1988.

En Victoria y Abdul, Frears nos ofrece un filme ameno y con buen ritmo, lo que garantiza que la cinta vaya fluyendo sin mayor complejidad, pero, además, es muy marcada su intencionalidad para dejar al descubierto la banalidad y arrogancia del séquito monárquico, que se jacta de menospreciar a los pueblos conquistados, en este caso a los ciudadanos de la India.

El drama biográfico contiene momentos de comedia ligera que sirven de complemento para romper con la seriedad de la trama, pero siempre manteniendo la compostura en los momentos de mayor tensión.

A pesar de que pudiera hacerse del trillado argumento telenovelero, el bien contra el mal, Frears sabe mantenerse en la línea y lo remata con algo tan real y obvio que hace que toda la trama se mantenga apegada los verdaderos motivos por los que una película debe exhibirse en cines y no en televisión.

El filme nos quedaría a deber un poco más de compenetración entre los protagonistas, ya que la intriga, que prevalece en el guión, se llevó un poco más de tiempo.

La música y la fotografía complementan de manera excelente cada una de las escenas, lo que indudablemente se refleja en una muy buena ambientación.

Pero lo mejor, es el poder disfrutar de la disciplina y experiencia de la veterana actriz Judi Dench, quien nuevamente nos entrega una magistral actuación, encarnando a la Emperatriz del Reino Unido con más abolengo y determinación.