Un amor inseparable, tan real que parece imposible

Kumail (Kumail Nanjiani) es un joven pakistaní que radica en los Estados Unidos en busca de su sueño: convertirse en un singular comediante, contrario a los designios de sus padres, quienes desean que su hijo se convierta en un gran abogado y contraiga matrimonio con una chica de su mismo país. Pero en el amor no siempre se manda, y Kumail termina enamorándose de Emily (Zoe Kazan), quien se encuentra hospitalizada con coma inducido.

En ocasiones la vida real nos depara mejores argumentos cinematográficos que la más prolífica mente creativa.

La historia de amor de Kumail Nanjiani y Emily Gordon, una pareja hecha en los Estados Unidos, es uno de esos romances que termina por someternos en la disyuntiva de discrepar por una comedia, por una cinta romántica o por un hecho singular, pero menos por una película basada en hechos reales.

Pocas veces una película de este género nos brinda un agradable conflicto situacional, donde la creatividad y la emotividad toman las riendas desde un principio, apartándose por completo de los tradicionales instantes que caracterizan a los filmes románticos. Por el contrario, terminas encariñándote con los personajes y con la historia, por lo que valoras y envidias la experiencia vivida por dos extraños, deseando que la tuya se parezca a la de ellos.

Se anteponen los sentimientos, los conflictos sociales, la lealtad, las relaciones interpersonales y la férrea convicción de haber conocido al amor de tu vida. Vale la pena verla y agregarla a tu lista de películas favoritas.