Muerte Misteriosa, ritmo vertiginoso

Cory Lambert (Jeremy Renner), un solitario cazador dedicado al control de especies depredadoras en la apartada y gélida comunidad de Wind River, en el estado norteamericano de Wyoming, encuentra, en medio de la nieve, el cadáver de una joven del lugar, por lo que da parte a las autoridades para que lleven a cabo las indagatorias.

Debido a que se trata de un hecho que compete a la policía federal (FBI), las investigaciones quedan a cargo de la agente Jane Banner (Elizabeth Olsen), una joven mujer que se encuentra determinada a llegar hasta el fondo de la misteriosa muerte, dejando de lado las negativas estadísticas locales, que establecen un marcado incremento en los casos, sin resolver, de desapariciones de mujeres, por lo que valorará mucho el respaldo de Cory.

La cinta tiene un muy buen ritmo, con personajes que cumplen con la narración de la historia y con actuaciones que no exceden de lo requerido.

Como en algunos países, la violencia de género sigue siendo un flagelo que no deja de ensombrecer el desarrollo de una sociedad; llenando de incertidumbre y desconfianza a la población sobre la opinión que tiene sobre la aplicación de la ley y el desempeño de sus autoridades.

La película tiene un ritmo ascendente. Conforme se va desarrollando la investigación, discretamente va tejiendo un aspecto psicológico que bien podría hacer pensar a los padres sobre la educación de los hijos y sobre el control de su libertad, pero, sobre todo, con el respeto del sexo femenino.

No tiene el guión trabajado de El silencio de los inocentes (The Silence of the Lambs), pero se asemeja, con un final que pone los nervios de punta. Vale mucho la pena.