En el nombre de mi hija, drama al puro estilo francés

André Bamberski (Daniel Auteuil), un padre amoroso y esposo dedicado, tiene que afrontar su rompimiento matrimonial, pero peor aún, la súbita y misteriosa muerte de su hija de 15 años, Kalinka. Todo indica que el amante y ahora pareja de su ex esposa está fuertemente vinculado con esta tragedia, por lo que tendrá que luchar para encontrar la verdad y hacer justicia. Cinta basada en una historia real.

Trasladar una historia verdadera o el argumento de un libro al cine, es una labor que muy pocos directores pueden lograr con gran fidelidad. Este es uno de esos contados casos. Vincent Garenq se enfocó en los pormenores del hecho para hacer que el espectador entendiera la situación y no perdiera interés en el relato, pero, sobre todo, se apoyó en el trabajo actoral de Daniel Auteuil, quien realiza un papel magistral, aportando los toques finales al filme.

Los hechos ocurrieron en Marruecos, y es relativo a tantos y tantos sucesos delincuenciales de este tipo y que ocurren a diario en todo el mundo. La peculiaridad que motivó a Garenq a llevarlo a la pantalla, fue el profundo amor que prodigaba el verdadero Bamberski a sus hijos, y su labor titánica para esclarecer los fatídicos acontecimientos. Sin duda, un drama que nuevamente nos pondrá a pensar sobre nuestra estabilidad matrimonial y lo importante que es la comunicación entre padres e hijos.