Viene de noche, puro terror psicológico

El fin apocalíptico de la humanidad ronda una familia que vive atrincherada en su domicilio, temiendo que lo que está afuera exterminando a los seres humanos también lo haga con ellos. La situación se complica cuando otra familia, buscando refugio, tiene que habitar la misma casa, lo que genera que las sospechas y desconfianza entre sus habitantes cree un ambiente de tensión y terror, superior al que acecha en el exterior. ¿Cuál es el verdadero enemigo a vencer?

Una exitosa fórmula está siendo la predilecta de los directores de Hollywood: el terror psicológico y las tramas que incluyen a pocos actores en espacios reducidos y oscuros, fenómeno que se logra con muy, pero muy poco presupuesto.

Trey Edward sabe que el suspenso y la noche son los mejores aliados para crear una atmósfera tensa y desquiciante, algo que está gustando mucho entre el público Cinéfilo. Con vertiginosos movimientos de cámara y tomas directas, no hacen falta numerosos momentos de susto, ni tampoco ruidos estruendosos que alteren al espectador; simple y sencillamente nos obliga a no perder detalle de lo que sucede en la trama y a tratar de entender qué es lo que está generando todo aquel terror y en que momento se hará presente. ¡Bien por Trey!