Covenant, para quien la soporte

La nave interestelar Covenant, proveniente de la Tierra, tiene por objetivo llevar a cabo la primera colonización de un planeta, por lo que varias familias arriban a un lugar que podría ser considerado un verdadero paraíso, sólo que llegaron un poco tarde, ya que en él existe una peligrosa especie alienígena capaz de acabar con todo vestigio de civilización humana. Así dio comienzo la pesadilla espacial.

Cuando el realizador Ridley Scott abandonó la franquicia de Alien, el mismo se percató como poco a poco se fue deteriorando el argumento que podría haberse convertido en un verdadero suceso cinematográfico, claro, a excepción de Aliens, de James Cameron.

Con su regreso en Prometeus, Scott no dejó claro que es lo que pretendía con respecto a la consecución de la saga, por lo que obtuvo un sinnúmero de crítica

s, haciendo pensar a los seguidores en el fin. Pero ahora, con Covenant, Ridley quizó compensar la falta de credibilidad de sus fans, por lo que se embarcó en una aventura igual o más terrorífica que la primera entrega.

Hoy, Scott se enfrenta a una dualidad crítica. Algunos piensan que no era necesario recurrir a los mismos estereotipos de ideas de ciencia ficción para dejar claro que la humanidad está así de distancia de la cuestión evolutiva, en comparación de lo que sería una verdadera inteligencia intergaláctica. Otros opinan que era necesario dejar en claro las pretensiones del director al haber rodado Prometeus a años luz de su predecesora Alien, cinta que se convirtió en culto al transcurrir de los años.

El final de la confrontación recaerá, definitivamente, en los fans.