Toni Erdmann, lo absurdo se vuelve ameno

Pocas veces tenemos novedades fílmicas de Alemania, y casi nunca podemos hablar de la comedia de este país. ¿Será ha caso que Alemania está aprendiendo a reír?

Toni Erdmann es la historia de un padre y una hija que tienen una extraña relación debido a su distanciamiento, por lo que él buscará la manera de acercarse a ella

y mostrarle que no todo en la vida se debe tomar con seriedad. Para ello, Winfred Conradi (Peter Simonischek) creará a un singular personaje – a manera de botarga- con el cual pretende poner en práctica algo similar a una terapia choque.

A través de su tercer trabajo cinematográfico, la directora Maren Ade nos deja ver, de una manera amena, las diversas formas de comunicación entre dos personas y su relación con el resto de la sociedad, dejando al descubierto el atribulado mundo que les rodea, así como su obsesión por el triunfo y el reconocimiento personal, sumergiéndose en una armadura hecha a base de formalismos y falsa responsabilidad.

Sin duda estamos frente a una cinta diferente y alejada de la moral hollywoodense.