Florence, la mejor peor de todas

Meryl Streep interpreta a la legendaria Florence Foster Jenkins, una socialité neoyorquina enamorada de la ópera, quien aprovechando su posición social y su nada despreciable herencia, toma lecciones de canto para realizar una peculiar interpretación de las grandes obras del género, y lo hace a partir de su total falta de talento, aunque ella misma sienta que lo hace con la voz del alma.

Siempre es un gusto presenciar la fuerza interpretativa de Streep, una mujer que, simple y sencillamente, no deja de ser un contundente ejemplo de actuación para las nuevas generaciones de actrices, opacando, en cierta forma, la versión francesa sobre la misma historia.

En lo que respecta a Hugh Grant, éste se ve contagiado por el despliegue actoral de Meryl, desempeñando un papel como nunca lo habíamos visto, haciendo a un lado lo acartonado de sus actuaciones a las que nos tenía acostumbrados; de allí su nominación a los Globos de Oro.

Una cinta que cumple, sin ir más allá.